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El diseño de las viviendas después de la pandemia
Edificio Llull 495, Barcelona (Metrovacesa) Metrovacesa
Ignacio Ortiz
Ignacio Ortiz 

El encierro forzoso y la privación de la libertad de movimiento a la que estamos sometidos la mayoría nos sitúa en una experiencia nunca vivida y que nos cambiará para siempre. La herida individual de la pandemia es directamente proporcional al impacto mortal o no de la misma en nuestros familiares y amigos, desgracia de la que es difícil ser ajenos, y en grados sucesivos al perjuicio laboral, económico y psicológico derivado del confinamiento. Vernos enclaustrados nos sitúa ante cómo es la vivienda que habitamos y cómo desearíamos que fuese: qué requeriríamos de la misma.

En el departamento de Investigación de Mercados de ACTIVUM concurrimos a concursos de comercialización de promotoras, pequeñas y grandes, junto con otras comercializadoras. Hay considerables similitudes con los concursos de constructoras en licitaciones de obras públicas. Nuestro trabajo consiste en la mayoría de los casos en analizar el mercado inmobiliario próximo al suelo a promover, las características del municipio, la demografía, la evolución de los principales indicadores microeconómicos y macroeconómicos, las condiciones urbanísticas de la parcela y en particular su edificabilidad, y proponer qué viviendas son las más indicadas para construir. Es decir, cuántas viviendas totales, dimensiones, número de dormitorios, etc.

Recomendamos dimensiones de cada estancia, mejor aprovechamiento de la parcela, con gran apoyo de nuestro departamento comercial. Todo esto es tenido muy en cuenta por los promotores y por el estudio de arquitectura que va a diseñar el proyecto. La visión multidisciplinar es fundamental.

Las viviendas unifamiliares son un bien escaso, sobre todo en las ciudades. Nunca he estado a favor de este tipo de construcción en las grandes urbes, pues agota el territorio e imposibilita dotarlo de transporte público eficiente. Ahora bien, este tipo de residencias es ahora un tesoro, máxime si cuentan con una parcela privativa -observemos el camino hacia el aislamiento-, de dimensiones razonables. La preferencia por este tipo de casas aumentará, sobre todo en el corto plazo. En muchos municipios de nuestro país será posible satisfacerla.

Si nos referimos a pisos, en el caso de los ya construidos, ¿cuántos se arrepienten ahora de haber cerrado terrazas para ganar unos pocos metros al salón, habitaciones o cocina? Por no decir el impacto que han tenido estas prácticas en las fachadas de los edificios, cada uno poniendo carpintería de diferentes formas e incluso colores, provocando un daño estético perseguible. Es muy posible que en las reformas de estos pisos se vuelva en muchos casos al estado original, si el ruido exterior no es excesivo, ganando terrazas abiertas y ventiladas, cuidando la vegetación. La vitamina D manda.

Si los bajos con jardín con buena solución arquitectónica y los áticos ya eran protagonistas en la preferencia del comprador, sumarán más puntos a partir de ahora. En cuanto a obra nueva, no son pocas veces las que hemos recomendado variar planos, ajustar a las preferencias del cliente. Un cambio muy habitual es conseguir más terrazas, y que estas sean hábiles para vivirlas. Quiero decir que quepa una mesa, unas sillas. Las estrecheces aquí tampoco son buenas, y se ven terrazas que quedan bonitas en el plano, pero valen para muy poco. Los arquitectos irán recogiendo en sus diseños estas preferencias crecientes.

En tiempos de contracción del ciclo inmobiliario, las viviendas proyectadas son de dimensiones más grandes, más dormitorios. El precio del suelo, de los pisos, es menor. ¿Alguien vaticina en qué fase del ciclo inmobiliario nos vamos a mover? Pisos más grandes nos permitirán satisfacer peticiones lógicas. El recibidor, como elemento que crea una distancia con el exterior, tiene una lectura higiénica. ¿Dejaremos más los zapatos en este espacio, como hacen en otros países? ¿Colgaremos abrigos, ropa en contacto directo con la actividad diaria? Los miedos fundados y las fobias generadas dan peso a este lugar de entrada. Numerosas casas actualmente se proyectan sin este espacio.

Los cuartos de baño son un punto muy importante. Creo que, en el corto y medio plazo, la tipología de dos dormitorios que puede llevar uno o dos baños, se diseñará con dos. Esto facilitará aislar a un caso positivo de enfermedad contagiosa y potencialmente letal en el hogar. Incluso veremos viviendas de un dormitorio con dos baños o un baño y un aseo.

En diversos puntos de la geografía española es habitual ver espacios de lavado, cuartos específicos, ‘galerías’. En Madrid esto se reduce a viviendas de lujo. ¿Qué peso puede tener en el futuro un espacio dedicado al lavado, que incluya secadora para poder dar abasto a los requerimientos higiénicos que puedan producirse? Parece que podrá ser un ‘deseable’ más.

Hay una generación en nuestro país que ha vivido la dureza de la posguerra. Y algunos la crudeza del conflicto bélico. No quedan tan lejanos. La escasez y el hambre marcaron a muchos. Aunque el paralelismo no se puede justificar, no serán pocos los que prefieran tener una despensa anexa a la cocina y comprar de otra manera.

Esta pandemia nos cambiará para siempre, como decía al principio. Se me hace insoportable el balance de víctimas, el dolor de las familias, el desamparo de nuestros abuelos. Os mando mucho ánimo y fuerza para sobreponernos, unidos conseguiremos salir adelante.

Ignacio Ortiz es Ingeniero de Caminos con especialidad en Urbanismo y Ordenación del Territorio. Miembro del Comité Técnico ‘Ciudades, Territorio y Cultura’ del Colegio de Caminos. Director de Investigación de Mercados en ACTIVUM, compañía de servicios inmobiliarios. Es autor del blog Entorno Habitable.

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