Los Estados miembros tienen dos años para transponer esta directiva a la legislación nacional
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El pleno del Parlamento Europeo ha respaldado que a partir de 2030 se imponga el objetivo de cero emisiones a todos los edificios de nueva construcción, un reto de neutralidad en emisiones que se exigirá al conjunto del parque inmobiliario en 2050. Entre las medidas, también deberán implementar instalaciones solares progresivamente en edificios públicos y no residenciales, dependiendo de su tamaño, y en todos los edificios residenciales nuevos a partir de 2030.

La nueva versión de la Directiva de Eficiencia Energética en Edificios (EPBD, por sus siglas en inglés), ha salido adelante con 370 votos a favor, 199 en contra y 46 abstenciones, y sienta las bases del proceso para descarbonizar la edificación antes de 2050. Una vez aprobada la directiva, los Estados miembros de la Unión Europea tienen dos años para transponerla a la legislación nacional.

La Eurocámara respaldó el martes la ley, ya acordada con el Consejo, para reducir el consumo de energía y las emisiones de gases de efecto invernadero del sector de la construcción hasta hacerlo climáticamente neutro en 2050. También tendrá que ser formalmente aprobada por el Consejo de Ministros para convertirse en ley.

Según la Comisión Europea, los edificios de la UE son responsables del 40% de nuestro consumo de energía y del 36% de las emisiones de gases de efecto invernadero. La revisión de la Directiva relativa a la eficiencia energética de los edificios, presentada por la Comisión el 15 de diciembre de 2021, es parte del paquete denominado «Objetivo 55». La Ley europea sobre el clima de julio de 2021 consagró los objetivos para 2030 y 2050 en un instrumento jurídico vinculante.

Objetivo de reducción de emisiones

Todos los edificios nuevos deberán ser climáticamente neutros a partir de 2030. Los edificios nuevos ocupados por las autoridades públicas o que sean de su propiedad deberán alcanzar este objetivo ya en 2028. Los Estados miembros podrán tener en cuenta el potencial de calentamiento global (PCG) a lo largo del ciclo de vida del edificio, que incluye la producción y eliminación de los productos utilizados para construirlo.

En el caso de los edificios residenciales, los países de la UE tendrán que adoptar medidas que garanticen una reducción en el promedio de energía primaria utilizada de al menos un 16% para 2030 y al menos entre un 20% y un 22% para 2035.

De acuerdo con esta nueva directiva, los países estarán obligados a la renovación del 16% de los edificios no residenciales menos eficientes para 2030 y, para 2033, el 26% con menor eficiencia mediante requisitos mínimos de eficiencia energética.

Eliminación progresiva de las calderas de gas y gasóleo

Los Estados miembros deben adoptar medidas para descarbonizar los sistemas de calefacción y eliminar gradualmente los combustibles fósiles en la calefacción y la refrigeración con miras a eliminar por completo las calderas de combustibles fósiles para 2040.

A partir de 2025, se prohibirá subvencionar las calderas independientes de combustibles fósiles. Los incentivos financieros seguirán siendo aceptables para los sistemas híbridos de calefacción que utilicen una cuota significativa de renovables, como los que combinan una caldera con una bomba de calor o una instalación solar térmica.

Los edificios agrícolas y los que formen parte del patrimonio cultural e histórico pueden excluirse de esta nueva normativa. Los países de la UE podrán decidir no establecer o no aplicar sus requisitos a los edificios protegidos en razón de su valor arquitectónico o histórico especial, a las construcciones provisionales y a los edificios utilizados como lugares de culto y para actividades religiosas.

En la tramitación de esta importante directiva ha decaído la intención de que a partir de 2030 cualquiera que venda o compre una casa de calificación G o F estará obligado a renovarla al menos a calificación E. Ahora este debate pasa a los planes nacional de rehabilitación de cada país. Todos los socios europeos deberán presentarlo antes de acabar 2025.

Uno de cada tres arquitectos se dedicará a la rehabilitación energética, según el CSCAE

El Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España (CSCAE) valora la aprobación definitiva, por parte del Parlamento Europeo, de la nueva versión de la Directiva de Eficiencia Energética en Edificios que será "clave" en la descarbonización del sector.

Los arquitectos recalcan que la normativa será "clave en la descarbonización del sector y para una mejora generalizada del parque edificado en términos de eficiencia energética para mitigar los efectos del cambio climático, calidad arquitectónica y seguridad".

"Más del 80% del parque edificado en España tiene más de 40 años y es responsable del 25% de las emisiones de efecto invernadero, con lo cual la descarbonización también será determinante en la competitividad de la economía", han recalcado.

Asimismo, los arquitectos señalan que la nueva versión de la EPBD, aporta una serie de instrumentos, como el registro digital, el pasaporte de renovación o la nueva certificación energética europea, que ayudarán a los profesionales de la arquitectura a modificar la forma en que se diseña y construye, así como a reconsiderar el mantenimiento y gestión de los edificios a lo largo de todo su ciclo de vida.

"En los próximos años, uno de cada tres arquitectos se dedicará a la rehabilitación energética, puesto que, con las exigencias de la EPBD, será necesario multiplicar por 12 la rehabilitación anual de viviendas para cumplir con los objetivos marcados por la UE y los Acuerdos de París", han subrayado.

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