Ángela Baldellou, directora del Observatorio 2030 del CSCAE, nos habla en esta entrevista de los retos energéticos y el papel de los fondos europeos
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Ángela Baldellou repasa en idealista/news los retos de sostenibilidad
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Ángela Baldellou se define en su LinkedIn como experta en generar ecosistemas innovadores. Su trabajo consiste, continúa, en detectar las oportunidades, desarrollar los objetivos y poner en marcha los grupos de trabajo, para impulsar iniciativas y proyectos de impacto basados en alianzas y bajo parámetros de Sostenibilidad, centrados en las personas. Como directora de Gabinete de Presidencia del Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España (CSCAE) y directora del Observatorio 2030 creado por este Consejo, ha sido capaz de reunir y poner en común los diferentes puntos de vista de los agentes del sector inmobiliario. Su formación como periodista hace también que llegue a las personas y les transmita su amor por la arquitectura.

Desde su creación bajo el paraguas del CSCAE, ¿cuáles han sido las líneas de trabajo realizadas por el Observatorio 2030?

El Observatorio nació para establecer una mesa de trabajo colaborativa del sector, y en este sentido resultó fundamental establecer una hoja de ruta compartida que tuviera una estructura clara. Esta hoja de ruta se concretó en torno a 7 líneas de actuación organizadas en 9 grupos de trabajo que abordan la planificación y gestión urbana desde diferentes ámbitos estratégicos y vinculados con los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 para conseguir una Ciudad y Territorio: justo, sostenible, de calidad, digital, saludable, productivo y en transición. Además, dada nuestra capacidad para aunar sinergias e impulsar alianzas que aborden retos concretos de manera dinámica y con capacidad de anticipación trabajamos en torno a iniciativas sectoriales que hacen de paraguas de diversas acciones complementarias con agentes diversos en cada caso para proporcionar una visión integral a cada situación

Como bien has dicho, las empresas o entidades participantes forman parte de grupos de trabajo en torno a la edificación sostenible, ¿cuáles son las principales medidas o conclusiones que hasta el momento se han llevado a cabo para alcanzar los Objetivos de la Agenda 2030?

La conclusión principal es que para alcanzar los ODS era necesario constituir el Observatorio, que de hecho es Buena práctica del ODS 17, el de Alianzas estratégicas, porque solo se puede sacar adelante la Agenda 2030 si el sector trabaja junto.

Ha sido el Observatorio quien ha promovido la primera Declaración de Emergencia Climática del Sector, en torno a compromisos concretos para establecer el punto de partida de la hoja de ruta de la descarbonización, la única declaración que con más de 1.100 firmas de entidades, instituciones, profesionales etc., ha llegado a manos de la Ministra responsable de la cartera de transición ecológica y ha situado al sector en la posición de protagonismo que le corresponde en la estrategia de transformación de nuestras ciudades. 

Esta transformación requiere cambios de procesos productivos, intervenir en el parque construido y acometer la rehabilitación y la regeneración, y este cambio de modelo sectorial necesita herramientas. El Observatorio es el instrumento capaz de generar esas herramientas a través de la sincronización de los grupos de trabajo y de las acciones sectoriales.

El Documento del Grupo de trabajo de Ciudad y Territorio Sostenible, ha sintetizado en más de 20 ponencias y con sus 167 participantes, el mapa de la situación y la visión 2030 de los agentes específicos en torno a 5 ejes temáticos: Desarrollo Sostenible/ Intervención Urbana Integral/Movilidad Sostenible/Aire, Energía, Agua y Residuos y Gobernanza y Equidad Social. y ha concretado 100 propuestas alrededor de objetivos como la emergencia climática, la transición energética y la descarbonización, el equilibrio urbano rural, la rehabilitación integral y la regeneración urbana, la gestión multinivel, la cultura ambiental y la innovación.

Recientemente, el Observatorio ha lanzado una calculadora que permite a las empresas constructoras medir su huella de carbono para compensar las emisiones, ¿cómo funciona y en qué se basan sus cálculos? ¿Cuántas compañías se han sumado a esta iniciativa o cuántas descargas se han realizado desde su puesta en marcha?

El uso de la calculadora es bastante intuitivo y rápido. La herramienta solicita al usuario unos datos relativos a sus suministros energéticos y al transporte y desplazamientos, y ofrece un resumen y desglose de sus emisiones de CO2 equivalentes durante un año (permitiendo el cálculo agregado).

Una vez se han obtenido los resultados, la herramienta ofrecerá al usuario una serie de proyectos vinculados con los ODS para compensar directamente su huella de carbono, y con los seleccionados, se obtiene acceso a los registros de todas sus transacciones en una cuenta privada. La herramienta pretende concienciar sobre el impacto del uso de los recursos, ponerle valor a lo que en nuestras sociedades nos hemos habituado a utilizar sin conciencia. Esto ejerce una labor didáctica y además se intentan explicar estrategias de mitigación para que seamos corresponsables de nuestra actividad.

En los pocos meses que lleva en funcionamiento se han producido más de 60 descargas para auditorías.

"Los fondos europeos son un acicate para la rehabilitación, pero no son suficientes"

¿Cuál crees que es el papel que deben adoptar las Administraciones Públicas para que con los fondos europeos las operaciones de regeneración urbana supongan un revulsivo para la transformación de las ciudades, de manera que estas sean más seguras, sostenibles, eficientes y resilientes?

Las administraciones deben ser facilitadores de los procesos, deben ejercer una labor de asesoramiento; tienen que intervenir para impulsar e interceder entre los agentes que son claves para activar las operaciones, como las entidades financieras, los técnicos, los administradores, los constructores, los ciudadanos… Esto es, su cometido es poner en marcha las medidas necesarias orientadas a agilizar los procesos y reducir las tramitaciones; impulsar acciones de difusión y ofrecer claridad en los mensajes y la comunicación en torno a la rehabilitación, incidiendo en las ventajas que supone la rehabilitación en términos de salud, de inversión, de confort, y sobre todo deben escuchar al sector.

El Observatorio dentro de la rehabilitación, como iniciativa sectorial, ha montado grupos de trabajo con administradores de fincas, grandes tenedores, promotores  constructores, economistas, abogados, entidades financieras, notarios y registradores, agentes rehabilitadores, asociaciones de consumidores, fabricantes… para detectar las barreras a la rehabilitación y establecer estrategias de difusión, incentivos, medidas, contratos tipo, guías, instrumentos todos ellos encaminados, de manera complementaria, a “activar” la rehabilitación en España … de estos grupos surgió la ya famosa “Guía Ciudadana de impulso a la rehabilitación” que lleva más de 8.000 descargas, orientada al ciudadano; la guía de ayuda a la gestión de los fondos PREE con el propio IDAE, orientada a los técnicos;  los talleres “Descarbonizando la edificación” en torno a las distintas tipologías destinados a los técnicos, la industria y los propietarios, el contrato tipo de obra de rehabilitación…

La buena noticia es que en todos ello hemos contado con la Administración y la Administración con nosotros. Vamos rompiendo malas inercias.

Con la llegada de los Fondos Next Generation, se pretende actuar en casi medio millón de viviendas para hacerlas más eficientes, ¿son suficientes las ayudas y las deducciones aprobadas, o hacen falta otro tipo de estímulos o acciones que despierten la motivación de las comunidades de propietarios?

Los fondos son un gran aliciente para comenzar la rehabilitación de nuestro parque, para iniciar un cambio cultural, pero no son suficientes. Las necesidades de rehabilitación requeridas por nuestro parque, exigiría casi ese ritmo anual.  Esto implica que como he mencionado antes, se deben poner en marcha acciones sectoriales que se dirijan a motivar la toma de decisión del ciudadano con argumentos y con datos y la concienciación del sector y del resto de agentes implicados para facilitar ese cambio cultural  asumiendo sus propias responsabilidades, así como la implicación de las administraciones involucradas en el caso de la regeneración urbana profunda, que repercutirá en la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos porque, además,  es un mandato europeo para descarbonizar nuestros entornos construidos a 2050 y adaptarlos a nuevas necesidades, objetivos y exigencias.

Asimismo, es una oportunidad porque el 80% del parque edificado en España tiene más de 20 años. Es el más envejecido de Europa, con aproximadamente 10 millones de viviendas susceptibles de ser rehabilitadas.

¿Hacia dónde tiene que evolucionar el Observatorio 2030 para que no sea necesario adoptar otro nombre, como Observatorio 2050?

Como mesa sectorial con carácter de permanencia, esa evolución será necesaria. El 2030 está a la vuelta de la esquina. Intentaremos cumplir con los objetivos, pero las transformaciones son lentas. Lo importante es no aplazar los compromisos, ni dilatarlos, porque no hay tiempo, pero estos se tendrán que renovar y adaptar a los nuevos requerimientos. Siempre habrá sobre la mesa desafíos a los que hacer frente de manera conjunta. Esa es nuestra razón de ser.

La Ley de Arquitectura y de la Calidad del Entorno Construido es casi una realidad, una vez aprobada, ¿que quedará por hacer para que esta norma no se convierta en papel mojado?

Una vez aprobada, habrá que cumplirla inspirándose en lo mejor de sus argumentos: apoyo, impulso y preservación de la calidad de la arquitectura como garante cultural e identitario. Pero esto supone también hacer labor didáctica y educar en los valores de la arquitectura, que al final son los valores de nuestra cultura, desde el colegio.

En algún momento los ciudadanos se han alienado de lo importante que es el entorno construido en nuestra calidad de vida y en nuestro día a día… en algún momento los arquitectos nos hemos alejado y no hemos sabido transmitir nuestro sentido de servicio público. Hay que recobrar ese punto de encuentro sin imposiciones, desde la naturalidad que representa. Urbanismo y socialización van de la mano, el sentido pleno del espacio público y del “habitar” forma parte de nuestra evolución como especie. Igual que hemos “colonizado” el planeta haciéndolo nuestro y hemos olvidado protegerlo, hemos interiorizado nuestra pertenencia a lugares y espacios concretos olvidando lo que representan, lo que cuentan, lo que nos aportan y lo importantes que son para nuestro bienestar, para nuestra salud, para nuestro disfrute… incluso para nuestra dignidad, como en el caso de la vivienda.

La Administración General del Estado tiene un compromiso para con los ciudadanos y demás agentes del sector en la difusión nacional e internacional de la arquitectura, apoyar a las empresas y a los profesionales españoles, establecer incentivos y premios que reconozcan la calidad, impulsar la innovación y la investigación defender la protección de los valores del patrimonio construido la rehabilitación, la regeneración y la renovación urbanas bajo el paraguas de la sostenibilidad…

"El sector promotor debe asumir sus responsabilidades"

 

 

 

¿Cuál es el mejor legado que ha dejado Lluis Comerón en el CSCAE?

El mejor legado que ha dejado es su ejemplo de trabajo y servicio público desde la humildad, la inteligencia y la capacidad de anticipación. Lluis impulsó proyectos como el Observatorio 2030 consciente de que solo juntos podíamos afrontar algunos desafíos presentes, y de que solo juntos podíamos anticiparnos a los desafíos futuros. Su espíritu conciliador deja una huella que debemos honrar. Los arquitectos debemos estar orgullosos de haber tenido un presidente como él.

¿Consideras que el sector promotor está afrontando con éxito los desafíos para llegar con nota a 2030-2050?

El sector promotor debe asumir sus responsabilidades para llegar con nota. Los desafíos son muchos al igual que los compromisos y las promesas. Solo los datos corroborarán el éxito. Solo los que asuman el cambio y apuesten por él, desde mi punto de vista, sobrevivirán y serán capaces de dar respuesta a las necesidades cada vez mayores de una sociedad cada vez más exigente. La transformación debe ser estructural y debe interiorizarse en torno a parámetros de sostenibilidad (social, económica y ambiental) innovación e impacto; con la tecnología, la digitalización y la industrialización de fondo. Muchos necesitarán reinventarse para afrontar los desafíos, pero en un contexto de oportunidad que favorecerá sin duda a los valientes.

¿Desde tu visión como arquitecta y periodista cómo puede conectar la Arquitectura sostenible con la sociedad?

Siendo arquitectura sensata. Más que hablar de arquitectura sostenible habría que hablar de buena arquitectura, de arquitectura de calidad, porque la arquitectura “per se”, siempre debería ser sostenible ya que es una respuesta formal a un programa con necesidades concretas desde la atención a los condicionantes climáticos y geográficos locales… su evolución técnica debe favorecer el mejor uso de los recursos y los procesos y no al contrario, y en este sentido responder a los requerimientos sociales y económicos del cliente en la sociedad donde se produce.

La desconeción se produce cuando una arquitectura muy difusa pierde su esencia de servicio público y se identifica la profesión solo con algunos profesionales que trabajan para satisfacer su propio ego. Pero también hay arquitectura excepcional que por los propios requisitos del encargo o la excepcionalidad de su belleza o su forma deslumbra y acapara portadas, pero no por ello deja de ser eficaz, funcional y útil. La arquitectura de calidad también puede pasar desapercibida de manera silenciosa, y estar cumpliendo una función social de manera ejemplar, como los buenos árbitros en los partidos, que no se les nota… es, seguramente, la mayoritaria. Creo que aquí radica parte de la cuestión para “reconectar” con la sociedad, en no perder de vista el sentido de nuestra profesión y su ejercicio desde la dignidad. Esto, bien hecho, que es mucho, ya es calidad. Y en España tenemos una formación que nos da muy buenas condiciones de partida. Si además añadimos magia se producen las obras magistrales, pero como en casi todo, hace falta contexto.

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