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Así ha sido la reforma que ha convertido la Bolsa de Comercio de París en un increíble museo
Cyrille Weiner|NeM/ Niney et Marca Architecte

El histórico edificio de la Bourse de Commerce en París se ha reabierto después de una restauración y rediseño concebida por el arquitecto japonés Tadao Ando. El proyecto, que se ha extendido durante tres años, incluye un muro de hormigón cilíndrico de nueve metros de altura colocado dentro de su rotonda.

Situado en el centro de París, François Pinaull, empresario francés y fundador del grupo de lujo Kering, ordenó poner en marcha los trabajos en este del siglo XVIII, para convertirlo en un espacio expositivo en el que mostrar su colección de unas 5.000 obras de arte.

Para ello, se encargó el proyecto al famoso arquitecto japonés Tadao Ando que trabajó en colaboración con la agencia NeM/ Niney et Marca Architecte. El reto era claro: llevar a buen puerto el inmenso reto que significaba transformar este histórico lugar, pero sin poner en riesgo el carácter excepcional del antiguo edificio. “La apuesta del proyecto de reconversión de la Bolsa de Comercio en museo es la organización de las condiciones para el paseo y la creación de una herramienta expositiva flexible y adaptable, preparada para acoger la multiplicidad de soportes de las prácticas artísticas contemporáneas”, señalan NeM/ Niney et Marca Architecte.

La Bourse de Commerce, con su nueva disposición, cuenta con 10 espacios de exposición, un auditorio, un estudio de sonido y espacios de recepción y mediación. En el núcleo del rediseño, se insertó una gran estructura de hormigón de 29 metros de ancho y nueve metros de alto dentro de las paredes de la rotonda con cúpula de vidrio.

En su nivel del suelo, la sala cilíndrica de hormigón alberga un gran espacio expositivo que está vinculado a los niveles superior e inferior mediante escaleras de hormigón que envuelven su forma. Las escaleras conducen a la parte superior de la pared de nueve metros, donde los visitantes pueden caminar a lo largo de una pasarela circular para ver mejor el techo de cristal, el óculo, el mural del siglo XIX y los interiores originales.

Debajo del espacio de exposición, las escaleras de hormigón y el muro de carga monolítico se extienden hasta el sótano. La pared curva delinea el plan del espacio y forma un vestíbulo de hormigón alrededor de un auditorio de 284 asientos. También se agregó un estudio estilo caja negra al borde exterior del sótano.

En el tercer nivel, la Bolsa de Comercio tiene un restaurante con vistas a la ciudad y sus alrededores. Los diseñadores franceses Ronan y Erwan Bouroullec fueron los encargados de diseñar los muebles para el nuevo edificio, incorporando hierro forjado en el restaurante y colocando bancos de metal en los rellanos y espacios abiertos de las principales áreas de exhibición.

Un edificio histórico del siglo XVIII

El maravilloso edificio fue construido en 1767, ubicado el corazón de París, entre el Museo del Louvre y el Centro Pompidou, el edificio ha sido testigo de grandes importantes eventos históricos en los últimos 250 años. Erigido como una de las obras maestras de la Ilustración, en sus primeros años de vida, albergó una bolsa de maíz. Un tiempo después, tras sufrir un importante incendio, el edificio fue asignado en 1885 a la Cámara de comercio y de industria de París, que la transformó en una Bolsa de comercio. Un tipo de institución que comenzó a ganar prestigio, sobre todo, con la expansión de la II Revolución industrial.

Una renovación importante en 1886 por Henri Blondel le dio una nueva fachada externa y columnas corintias erigidas en todo el edificio. Un mural que representa el comercio entre los cinco continentes del mundo decora la parte inferior de la cúpula.

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