
Su obra ha sido expuesta en el Museo de Arte Moderno de Nueva York. Fue el primer ganador del Driehaus Prize. Se le conoce como el padre del Nuevo Urbanismo y actualmente ha aplicado sus ideas (ciudades policéntricas, que permitan recorridos máximos de diez minutos a pie y con una mezcla de usos que los haga auto suficientes para las necesidades del día a día) en varias ciudades. La más famosa es Poundbury, extensión de Dorchester, cuya construcción se inició en 1989 y que ya cuenta con una población de 3.000 personas. Se prevé que la ciudad se termine en 2025. Además, en Latinoamérica está desarrollando Paseo Cayala, una extensión a la ciudad de Guatemala, El Socorro y Herencia de Allende, a 7 kilómetros de San Miguel de Allende.
El arquitecto luxemburgués Leon Krier pasó esta semana por Madrid, en un evento organizado por la Fundación Driehaus, para hablar de construcciones sostenibles y del futuro del urbanismo, entre otras temáticas.
¿Qué es la arquitectura sostenible?
Nada de lo que salga en las revistas de Arquitectura, en la que se ven edificios de diseños innovadores, la mayoría de hormigón armado. Sabemos cómo construir ciudades sostenibles, eso solo es posible con las técnicas de la arquitectura tradicional pero el problema está en que estas técnicas no se enseñan en los colegios de arquitectura. Sólo existe un centro impartiendo estas enseñanzas, que es la Universidad de Notre Dame. Se ha impuesto la arquitectura modernista de forma global, y esta forma de construir solo nos lleva a un camino sin salida.
Pero se habla mucho de arquitectura verde...
Sí, los arquitectos verdes lo único que hacen es pretender serlo… La arquitectura tradicional, que no es nueva, siempre ha sido verde: se utilizan elementos naturales, de proximidad… Lo de ahora es un falso verde.
¿Cómo construir ciudades sostenibles en las grandes urbes en las que, por ejemplo, se está dando el problema de gentrificación que echa a muchas personas del centro por no poder seguir viviendo en él?
Sí, ese es uno de los grandes desafíos actuales. No es posible transformar una ciudad en otra cosa, es mucho más fácil crear una nueva. Yo creo en las ciudades abiertas, en las que no se crean guetos para ricos y pobres, en los que las distintas clases sociales conviven en la misma calle. Las grandes ciudades de hoy son un problema porque se han creado a su alrededor suburbios, las denominadas banlieues en francés, y se da una gran afluencia de población que tiene que acudir al centro de la ciudad donde sigue estando el núcleo administrativo. Y eso además supone transporte y un gran coste medioambiental. Esto ya no es viable. Porque además de forma paralela, ya lo decía Vd. se da el fenómeno de que se está expulsando del centro de esas ciudades a poblaciones que ya no pueden permitirse vivir en ellas.
Pero, ¿es posible transformar nuestras urbes en ciudades sostenibles?
No, es mucho más fácil construir nuevas ciudades que intentar transformar las que tenemos. Yo defiendo crear un modelo de pequeñas capitales europeas, crear un modelo de ciudad soberana, este tipo de modelo de ciudad ha sido abandonado. Es una ciudad con calles y plazas públicas, como los centros históricos de las ciudades, con pequeños barrios.
O sea que todo pasa por crear nuevas ciudades...
Sí, transformar las existentes es muy complicado. Es más fácil crear pequeñas nuevas ciudades, funcionan muy bien, porque intentar transformar lo existente con las administraciones públicas que tenemos, plagadas de burocracia y tan lentas, no es posible.
¿Qué desafíos tiene el urbanismo actual?
Plantear contramodelos, alternativas a lo que existe, pero a nivel político es muy difícil cambiar las cosas, lo veo en los políticos de Bruselas.
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