España sigue despertando el interés de los grandes inversores internacionales. De hecho, sus compras en el sector inmobiliario doméstico han superado a las que han realizado los inversores españoles en los nueve primeros meses del año.
Entre enero y septiembre, nuestro país ha captado 6.400 millones de euros de inversiones en activos inmobiliarios y de ellos, el 60% ha procedido de manos extranjeras según la consultora CBRE. Es la primera vez que el capital foráneo supera al doméstico desde que estalló la burbuja inmobiliaria.
Pero, ¿a qué responde esta apuesta? La respuesta está, por un lado, en la mejora económica del país, la recuperación del consumo y unas buenas previsiones de cara a los próximos meses. Por otro lado, los inversores institucionales también están apostando por España por las subidas de precios que se están produciendo en otros mercados europeos, como Reino Unido, Alemania y Francia. Y es que los activos inmobiliarios domésticos siguen ofreciendo retornos atractivos y factibles de conseguir.
La supremacía del dinero extranjero también coincide con un cambio estratégico por parte de las socimis, que han aparcado las compras de los dos ejercicios anteriores para centrarse en una fase de gestión de los activos que tienen en cartera.
Según los datos de la consultora Savills, España es el segundo país donde más peso tienen los inversores internacionales en el sector inmobiliario, solo superado por Polonia, tras suponer tres cuartas partes de la inversión directa en el primer semestre del año.
Y lo mejor es que las previsiones apuntan a que la tendencia se mantendrá e incluso podría intensificarse. El motivo es que el volumen de inversión todavía es inferior dada la elevada demanda que existe.
De todos los activos inmobiliarios, los que despiertan mayor interés entre el capital foráneo son las oficinas y los grandes establecimientos comerciales. El retail es, de hecho, el que copa el mayor número y volumen en las operaciones. De nuevo, la mejora económica y del consumo y unas rentabilidades superiores a las de otros países están detrás del apetito de los grandes fondos por este tipo de activos domésticos.
Según BNP Paribas, los inversores más activos en España son, por este orden, los estadounidenses, alemanes y británicos. Además, su perfil ha dejado de ser tan oportunista y es más conservador, lo que significa que sus estrategias de salida son a más largo plazo.
En un segundo escalón destacarían los inversores procedentes de otras zonas de Europa, como Suiza o los países nórdicos, mientras que los de Oriente Medio y Asia-Pacífico, aunque con menor volumen, empiezan a ganar protagonismo.
Para poder comentar debes Acceder con tu cuenta