
Manchas en los techos y las paredes, fachadas dañadas, mohos, malos olores, dificultades para calentar la casa… ¿te suenan? La lluvia y la nieve, propias de los días invernales, pueden llegar a causar verdaderos estragos en nuestro hogar si no tomamos las precauciones adecuadas. Y es que, tal y como señala Multimap, la empresa de reformas de Mapfre, no proteger correctamente nuestra vivienda de las humedades, además de causar numerosos problemas en el exterior e interior del inmueble, puede llegar a poner en riesgo su estructura.
A todo ello se suma también el inconveniente económico, ya que las humedades crean corrientes de aire frío y fuertes diferencias de temperatura en la vivienda, teniendo como resultado un gasto energético disparado. Por no hablar de los gastos que conllevan las posibles reparaciones que puede requerir un hogar afectado por las filtraciones.
No obstante, las dificultades económicas o los daños estructurales y estéticos no son la única consecuencia negativa de no tomar medidas de prevención frente a los posibles inconvenientes provocados por las precipitaciones. Tal y como señala la Organización Mundial de la Salud (OMS), existe una relación directa entre la presencia de humedades en casa y el riesgo de aparición de infecciones respiratorias, asma, bronquitis y rinitis alérgica.
Ante esta situación, resulta esencial cuidar las partes de nuestra vivienda que nos protegen de la humedad y del frío del invierno, realizando una labor de manteamiento periódica de todas aquellas instalaciones que estén en contacto con el agua de manera habitual.
Si tú también sufres problemas de humedad en el hogar, y quieres mantener a raya a esta enemiga, no te pierdas los consejos e indicaciones de Multimap.
Claves para hacer frente a los estragos de las lluvias en el hogar y prevenir las humedades
- Inspeccionar, limpiar y renovar: las tres claves para mantener tus instalaciones y prevenir daños en ellas: realizar una revisión periódica de los elementos más expuestos a la humedad, siguiendo estos tres pasos, nos ayudará a prevenir los problemas derivados de las lluvias o las nevadas.
- Localiza cuáles son los elementos principales que debes revisar: las cubiertas, las fachadas, los muros y los conductos de desagüe son las partes que más debes cuidar. Si quieres saber cómo hacerlo correctamente ¡Sigue leyendo!
- Cubiertas: Hay que mantenerlas limpias y sin hierbas, especialmente los sumideros y canales. Estos últimos deben limpiarse anualmente, y siempre que haya tormentas importantes. También se ha de revisar el estado de la protección del tejado, más o menos cada tres años. Además, hemos de tener en cuenta que, si en la cubierta se instalan nuevas antenas, equipos de aire acondicionado u otros aparatos que requieran fijación, la sujeción no debe afectar a la impermeabilización. Es importante saber que si observamos humedades en los espacios bajo la cubierta, debemos controlarlos, ya que pueden tener un efecto negativo sobre los elementos estructurales.
- Fachadas: Las fachadas protegen nuestro hogar del exterior, por lo que su mantenimiento resulta crucial. En este sentido, es importante asegurarnos que cumplen con exigencias de aislamiento térmico, entrada de aire y humedad, y de resistencia. Si el aislamiento térmico se moja, pierde su efectividad, por lo que es esencial evitar que cualquier tipo de humedad le afecte. Para ello, se recomienda realizar una inspección general cada 5 años, y una revisión del estado de las juntas y de la aparición de fisuras y grietas, cada 10.
- Muros: Recuerda comprobar el correcto funcionamiento de los canales y bajantes de los muros y revisar el estado de la impermeabilización interior.
- Conductos: Es fundamental conservar las instalaciones limpias y libres de depósitos. Para desatascar los conductos, no se deben utilizar ácidos o productos que perjudiquen los desagües. En este caso, es mejor apostar siempre por detergentes biodegradables.
Además, para evitar la humedad dentro de tu vivienda, también puedes seguir los siguientes tips:
- Ventila las distintas estancias durante 15 o 20 minutos. Es recomendable abrir las ventanas o balcones de todas las habitaciones donde más condensación se produce.
- Evita tender la ropa dentro de la vivienda, ya que las prendas mojadas incrementan los niveles de humedad.
- Mantén la calefacción por debajo de los 20 grados en invierno para evitar la condensación que se produce por la diferencia de temperatura entre el interior y el exterior.
Protección contra humedades en el seguro del hogar
Si tu casa se ve afectada por las humedades, tu seguro del hogar puede ser la clave para repararlas. No obstante, es importante determinar de qué tipo de humedades hablamos y cuál es su origen, ya que, en ocasiones, este tipo de problemas se originan por una falta de mantenimiento de la casa o por una nula impermeabilización, en cuyos casos existe la posibilidad de que la aseguradora no se responsabilice de la reparación.
Tal y como señala MAPFRE, lo más importante es ponernos en contacto cuanto antes (preferiblemente antes de que transcurran 7 días desde que hayamos descubierto el desperfecto) con nuestra compañía de seguros para que esta nos indique los pasos a seguir.
En este sentido, deberemos: revisar las condiciones particulares de nuestra póliza, comunicar el problema y concertar una visita a nuestro domicilio para que el equipo técnico pueda acudir a valorar nuestra situación.
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