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Vivir en una casa autosuficiente no es ninguna utopía, ya es posible. Casa Martina, en Madrid, es un claro ejemplo de cómo una vivienda puede aprovechar al máximo el entorno para conseguir un gran ahorro en el consumo de energía. Esto, unido a unos criterios de elección de materiales de calidad durante la construcción para favorecer el aislamiento y el uso de las energías renovables hace que desenchufarse de la red general pueda ser viable.

Casa Martina se ha convertido para José Vaquero, gerente de Alternativa Energética, no solo en la casa donde vive con su familia sino también en un laboratorio donde invertir su tiempo y sus sueños para lograr una vivienda “que corte los cables”.

“Nuestra casa surgió por un interés personal por creer en la eficiencia energética y en las energías renovables. Intentamos aprovechar al máximo los criterios de construcción, aislamiento y utilización de las renovables para lograr ser autosuficientes”, destaca Vaquero.

Vaquero desgrana los aspectos que ha tenido en cuenta para levantar Casa Martina y conseguir ser una casa desenchufada de la red eléctrica. “Contar con placas fotovoltaicas o un generador eólico consiguen ahorrar en la factura de la luz. Pero para pasar a ser completamente autosuficientes y eficientes también hace falta aplicar un poco de sentido común en aspectos básicos como la orientación, la construcción y el aislamiento. Y para desconectarse, como no, hay que contar con baterías de almacenamiento”.

Las principales fachadas de Casa Martina están orientadas al sur para sacar el máximo provecho al sol, no solo a través de las placas fotovoltaicas y los colectores. “Solo con la orientación nos sorprenderíamos de la cantidad de energía que recibe la casa y lo que podemos ahorrar unido al aislamiento y la calidad de los cerramientos”, concreta Vaquero. “Son los sistemas pasivos para conseguir calefacción y agua caliente”.

La cara norte, sin embargo, no cuentan con ninguna ventana para evitar pérdidas de temperatura en invierno. Además, aprovecha el entorno y cuentan con árboles de hoja caduca, que les permite la entrada del sol en invierno y mantiene la zona fresca en verano.

Lo siguiente a tener en cuenta es construir bien, con un gran aporte para el aislamiento. "Un buen sistema de aislamiento permite un gran ahorro de energía con un coste muy bajo de inversión respecto al precio total", concreta Vaquero. Las calidades de las construcciones y un buen cuidado con la carpintería y las cristaleras evitan pérdidas innecesarias de calor en la vivienda. “Nadie tiene en cuenta la hipoteca energética, lo que puede llegar a pagar de más por una vivienda mal construida y mal orientada”.

Casa Martina se convierte en un auténtico laboratorio para Alternativa Energética a la hora de usar las energías renovables. “La tecnología fotovoltaica se ha desarrollado mucho en España y sus costes han bajado lo suficiente como para pensarse mucho la opción de hacer una inversión inicial en la vivienda, que puede ser rentabilizada en poco años con la energía que se consigue ahorrar”, afirma Vaquero.

El siguente paso para conseguir el máximo de eficiencia es el equipamiento para la generación de energía. La vivienda no solo tiene placas fotovoltaicas, generador eólico o colectores solares. Cuenta con un sistema de climatización muy eficiente a través de una bomba de calor geotérmica que permite dar agua caliente, calefacción y refrigeración en verano. Consiste en cuatro sondeos de 90 metros de profundidad que conducen el fluido a una bomba de calor para generar calefacción y refrigeración por suelo radiante, el agua caliente y la climatización de la piscina con el apoyo de los colectores solares y alimentada desde la fotovoltaica.

Además, cuenta con un sistema de renovación de aires con intercambio de temperatura. El aire que viene de fuera pasa por un pozo canadiense que se dirige al sistema de renovación, donde recibe la temperatura de extracción del aire de la vivienda e insufla nuevo, limpio y a la misma temperatura del que se extrae. "La instalación del tratamiento de aire nos permite realizar la renovación del mismo sin tener que abrir las ventanas y perder la temperatura que tenemos acumulado en la casa", concreta Vaquero..

Pero el aspecto clave para lograr desenchufarse es el almacenamiento de la energía, que es posible a través de las baterías y los acumuladores de inerca de la climatización. "Alcanzar un buen desarrollo de las baterías es el actual caballo de batalla de las energías renovables y la autosuficiencia energética. Aún queda camino por hacer pero ya se está iniciando", prevé Vaquero.

El gerente de Alternativa Energética cree que el futuro ya está aquí. "¿Por qué tenemos que seguir consumiendo energías del siglo pasado? Tenemos el sol y el viento que son fuentes de energía gratuitas. Con lo mínimo, te puedes instalar una placa en casa con un pequeño microinversor y tu frigorífico puede funcionar sin problemas. Y, dentro de poco, cuando nos concienciemos todos, podremos enchufar nuestro coche eléctrico cuando lleguemos a casa y todo sin gastar un euro. Eso es una revolución y eso, por desgracia, asusta a muchos empresas",  concluye. 

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