
La pandemia se ceba con las generaciones más jóvenes. El covid-19 ha debilitado la capacidad de ahorro y la oportunidad de acceder a una vivienda o independizarse de la generación millennial y Z. La media de ingresos de la población joven es hasta un 45% inferior a la de antes de la pandemia, y lo más trágico es que muchos de ellos no han ingresado nada en absoluto entre marzo y agosto.
“Los jóvenes de entre 16 y 29 años tenían, de partida, un nivel de ingresos claramente inferior al de las personas de mayor edad y son los que están experimentando un mayor deterioro”, señala el Monitor de la Desigualdad de CaixaBank Research.
Según el estudio, el 20% de los jóvenes de esta franja de edad que menos cobran han desplomado sus ingresos un 45,5% entre marzo y agosto de este año, sin contar ayudas públicas. El 42% de los jóvenes que tenían ingresos medios antes de la pandemia pasaron a tener un nivel de ingresos bajo o a quedarse sin ellos; entre los que tenían ingresos bajos, el 44% no ingresó nada.
Con todo, las transferencias del sector público han ayudado a amortiguar el impacto de la crisis. Entre los jóvenes, el nivel de cobertura ronda el 50%, por lo que, teniendo en cuenta esta aportación, el aumento de las personas que se quedaron sin ingresos se reduce a la mitad.
Por otro lado, en el otro extremo de la distribución de ingresos, las personas con ingresos altos se mantuvieron más estables a lo largo del tiempo, tanto entre las personas mayores como entre los jóvenes.
El impacto de la crisis también está siendo muy distinto en función del origen de las personas: los residentes en España pero nacidos fuera del país están sufriendo más el golpe. Como en el caso de los jóvenes, los inmigrantes presentan una distribución de ingresos sesgada hacia rentas más bajas, que son las que más padecen durante la crisis.
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